Avengers: Infinity Waooow

Tras una larga espera llega Avengers: Infinity War, la película que más ansíabamos ver en las carteleras. La gran obra que juntaría todos los superhéroes de un mismo universo. Un reto que requeriría esfuerzo, trabajo y dedicación.

La tercera entrega de Los Vengadores te atrapa desde el minuto uno. Si ya el comienzo te deja sin aliento no me quiero imaginar el final. Me ha parecido una historia perfectamente ligada a todas las películas anteriores. Cada superhéroe es necesario para el desarrollo de la trama, todos tienen su “momento de gloria” desde el Groot adolescente hasta Capitán América. El guión está diseñado para que todos los personajes sean imprescindibles,  para que juntos sean un todo. Y, sin duda, eso es lo que más me ha maravillado, lo minuciosos que han sido los Russo para pulir cada detalle. Han conseguido hilar la historia de cada uno de los personajes encajando todas las piezas del universo Marvel.

Al principio, me disgustó que cada uno intentase vencer a Thanos por separado, Thor, Stark, Visión… Sin embargo, pensándolo bien todo tiene sentido: la nave asgardiana pidiendo auxilio, los guardines yendo en su busca, que encuentren a Thor. En ese momento nadie piensa en llamar a sus colegas de la Tierra a ver qué tal les va, piensas en actuar, en vengar a tu pueblo. Me di cuenta de que es imposible concentrar la acción en un punto con todos los superhéroes metidos a “saco paco” sin que nos preguntemos ¿cómo demonios han acabado todos ahí? (Por lo menos en esta primera parte, ya veremos qué sucede en la segunda.)

Además, el hecho de que la acción se concentre en tres lugares agiliza la trama, hay “chicha” de principio a fin, no tienes tiempo ni para soltar una lagrimita por Loki. Otro punto a favor ha sido el leit-motiv, el mismo de siempre pero con un toque más dramático, desalentador, que no presagia nada bueno. Alan Silvestri ha transformado la ya epiquísima banda sonora de Los Vengadores en una fuente de sensaciones que te teletransporta a otra dimensión, por un momento estás luchando en Wakanda junto al ejército de Black Panther.

La mejor parte de la película es, sin duda, el final. Si hay alguna palabra que pueda expresar la magnificiencia de los últimos 5 minutos de cinta esa es apoteósico. Han dado en el clavo. Nadie se lo esperaba, todos nos pensábamos que el bien terminaría triunfando, que le meterían una buena patada en el culo a Thanos. Todo lo contrario, los Russo nos han dejado boquiabiertos, sin dar crédito, con ganas de más.

Cabe destacar la humanidad que marca la línea de tendencia durante toda la película: que no decidan matar a Visión hasta que no tienen alternativa, que Starlord la cague catastróficamente cuando se entera de la muerte de Gamora, que Loki le entregue el Teseracto a Thanos por miedo a ver morir a su hermano… Al fin y al cabo si todos se dejasen llevar por la razón no habría habido película. Los brutales guiños a entregas anteriores, ¿quién se imaginaba que volveríamos a verle la cara a Red Skull?

En definitiva, Thor: me cago en tu puntería. Marvel: espero que no tardéis mucho en estrenar la segunda parte porque la espera me está matando. Russo: os habéis lucido, habéis tranformado 160 minutos de cine en una maravillosa experiencia.