Dunkerque. Una imagen vale más que mil palabras.

Lo hizo en Batman, en Interstellar, en películas menos conocidas pero no menos importantes como Origen y ahora lo vuelve a hacer en Dunkerque. Christopher, amigo mío, eres un genio. Si bien hoy en día una va al cine sabiendo más o menos qué se va a encontrar, este hombre es impredecible.

La primera vez que ví Dunkerque, me desconcertó. Me esperaba la típica película bélica. Sin embargo; apenas se ve sangre, no hay escenas de guerra propiamente dicha en las que veamos enfrentarse a dos ejércitos, ni rastro de violencia física, ni tampoco escenas de familias llorando la pérdida de sus seres queridos. Tuve que verla otra vez para entenderla del todo sin que se me escapase ningún detalle.

La película narra tres acontecimietos por tierra, por mar y por aire que suceden en distintos intervalos de tiempo. A medida que avanza, las tres líneas temporales se entrelazan; hecho que hace que nos cueste más seguirla. Me lamó la atención lo innecesarios que son los diálogos. Los personajes se comunican a través de miradas, gestos y acciones. Así como lo poco transcendental que resulta conocer su pasado. Nolan quiere que vivamos el momento, que nos centremos en el presente, que sintamos el sálvese quien pueda, vengan de dónde vengan, sean quiénes sean.

Si hay algo que me fascinó, fue la brutaliad de las imágenes. Los miles de fusiles apostados en el espolón, las largas colas de soldados esperando a ser rescatados, cómo todos ellos se tiran al suelo al ver aparecer los cazas alemanes, la arena de la playa que le cae en la cabeza al protagonista cuando los bombardean… Pequeños detalles de su día a día que parecen irrelevantes pero que, en cambio, te atrapan y te acercan un poco más a esa realidad tan lejana de la que todos queremos saber más. Así como el idílico paisaje de las escenas aéreas, la inmensidad del océano, el azul del cielo… Te hacen pensar: “¡Joder, qué bonito!”, “¡Ojalá estuviese allí!” Por un instante nos olvidamos de la atrocidad que se estaba llevando a cabo. Casi puedo escuchar la risa de Christofer Nolan: ¡Chupaos esa pringados, el paraíso no existe!

Quedé cautivada por la facilidad del británico para llevarnos a su terreno. La intrigante falta de diálogos, lo desconocidos que se nos presentan los personajes, (del personaje principal, por no saber, no sabemos ni su nombre), la importancia de los sonidos: las pisadas de los soldados, las olas rompiendo en la playa, el rugido de los cazas acercándose y, sobre todo, la banda sonora. Hans Zimmer nos ha demostrado lo poderosa que es la música, capaz de ponerte los pelos de punta, acelerarte el corazón o tensar cada músculo de tu cuerpo. Objetivo dejar al espectador sin respiración. Conseguido.

En definitiva,  Christopher Nolan no solo ha relatado un acontecimiento histórico sino que además ha conseguido desesperarme cuando Tom Hardy no alcanza los cazas alemanes, que vitorease cuando salva a los miles de soldados en el espigón y que me invadiese la rabia cuando se convierte en uno de los muchos héroes sin nombre que cayeron en manos del enemigo.

Comentarios

  1. Esto está mucho mejor. Oraciones bien estructuradas, una perspectiva madura, rica y original,un lenguaje mucho más acertado que en tu anterior reseña...
    Enhorabuena, sigue así.

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  2. Madre mia Mery, me has dejado sin palabras. Fíjate que cuando me vi la película yo también me quede un poco desconcertado, no sabía realmente cual era el verdadero significado o trasfondo de la película, puesto que es cierto que no es la típica bélica de toda la vida.Claro, lo primero que hice fue meterme en internet a buscar alguna reseña que me ayudase a comprender mejor lo que había visto, pero ahora me he dado cuenta de que no tenían ni puta idea. Buenísima reseña Mery, has resumido a la perfección todos los puntos de los cuales tenías que hablar, no se me ha hecho para nada pesada leerla, es más me ha encantado porque es como si me estuviera viendo la peli otra vez. Sigo esperando mi reseña del club de la lucha, asi que cuidadito que como no la vea en breves alomejor te tengo que hackear el blog...

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  3. Cuando vi la película en el cine (con tu amiga portuyugoslava, por cierto) sabía que me había gustado más que cualquier otra película bélica que hubiera visto hasta el momento, pero no sabía bien por qué. En tu reseña has capturado (y me has descubierto) muy bien la esencia de la película, ese "je ne sais quoi" de Nolan que impacta y emociona. Congrats.

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  4. Enhorabuena, Mery. Has demostrado una vez más tu gran capacidad de análisis de material audiovisual. Gracias por compartir tus reseñas, pues con ellas orientas a personas analfabetas en este campo (como yo) y las ayudas a captar la esencia de las emociones que suscitan las películas en el espectador. En el caso de Dunkerque, tras verla, salí del cine inquieta, tensa, un poco angustiada incluso. Sabía que había sido una película poco usual, ya que no me suelen gustar las películas bélicas y ésta me había dejado en un estado de fascinación general que no identificaba a qué se debía exactamente. Habiendo leído esto me he dado cuenta de lo que me ocurrió: viví la batalla que giró las tornas de la II GM a través de los sentidos. ¡Cuánta razón en todo!
    Espero ansiosa la siguiente reseña ;)

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